Cuando se vive con un gobierno palmariamente agotado, en medio de una
crisis económica y social que mal gestionada puede dañar la democracia, parece
que cuatro años de legislatura son muchos. Hay quien desearía una mayor
volatilidad de los malos gobernantes; es decir, que el sistema representativo
permitiera rápidamente el cese y sustitución de un Ejecutivo nefasto. Sin
embargo, una de las garantías de tales sistemas es la seguridad de las
instituciones, siempre dentro de un límite temporal legal y ampliamente
aceptado. La Historia nos enseña casos de una fugacidad ministerial a veces
lógica pero nunca edificante. Esta es la historia de uno de esos cambios
gubernamentales: el del llamado Ministerio relámpago, en la España de
1849.
viernes, 27 de julio de 2012
El Ministerio relámpago, la monja y el rey
martes, 17 de julio de 2012
FELIPE-JOSÉ DE VICENTE ALGUERÓ - Viva la Pepa. Los frutos del liberalismo español en el siglo XIX (2009)
El legado liberal en España
El pensamiento más
despreciado del siglo XX en España ha sido el liberal, tanto por motivos
propios como ajenos. La diversidad de grupos y personalidades que se han
definido como liberales desde 1808 hasta 1978 –y después- permite hacer un
análisis lejos de martirologios y mixtificaciones. Y hay que asumir que a la
vez que se puede defender que los grandes estadistas de la contemporaneidad
española fueron liberales, no debe doler en prendas exponer los errores dogmáticos
y políticos que algunos cometieron, o señalar a los que hicieron de la
revolución su profesión, o que tomaron la exclusión del adversario como la
única forma de gobernar. Es decir; deben diferenciarse a
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