viernes, 27 de julio de 2012

El Ministerio relámpago, la monja y el rey



Cuando se vive con un gobierno palmariamente agotado, en medio de una crisis económica y social que mal gestionada puede dañar la democracia, parece que cuatro años de legislatura son muchos. Hay quien desearía una mayor volatilidad de los malos gobernantes; es decir, que el sistema representativo permitiera rápidamente el cese y sustitución de un Ejecutivo nefasto. Sin embargo, una de las garantías de tales sistemas es la seguridad de las instituciones, siempre dentro de un límite temporal legal y ampliamente aceptado. La Historia nos enseña casos de una fugacidad ministerial a veces lógica pero nunca edificante. Esta es la historia de uno de esos cambios gubernamentales: el del llamado Ministerio relámpago, en la España de 1849.

martes, 17 de julio de 2012

FELIPE-JOSÉ DE VICENTE ALGUERÓ - Viva la Pepa. Los frutos del liberalismo español en el siglo XIX (2009)


El legado liberal en España

El pensamiento más despreciado del siglo XX en España ha sido el liberal, tanto por motivos propios como ajenos. La diversidad de grupos y personalidades que se han definido como liberales desde 1808 hasta 1978 –y después- permite hacer un análisis lejos de martirologios y mixtificaciones. Y hay que asumir que a la vez que se puede defender que los grandes estadistas de la contemporaneidad española fueron liberales, no debe doler en prendas exponer los errores dogmáticos y políticos que algunos cometieron, o señalar a los que hicieron de la revolución su profesión, o que tomaron la exclusión del adversario como la única forma de gobernar. Es decir; deben diferenciarse a

martes, 19 de junio de 2012

Enemigos de la libertad, hoy y en 1931


Desde hace unos años imparto conferencias en los cursos organizados por el CTIF de la Comunidad de Madrid, cuyos alumnos son profesores y catedráticos de Instituto. Los temas han estado siempre ligados a la historia contemporánea de España, partiendo de la Guerra de la Independencia hasta la Restauración.

Este año -escribía esto en febrero de 2010- toca la Segunda República y la Guerra Civil. Ya sabemos que toda la historia está llena de tópicos, muchos falsos, y complejos, algunos comprensibles, pero hay que reconocer que cierta izquierda es muy sensible ante cualquier referencia a ese periodo, sin duda porque les sirve para hacer política. La zanahoria estaba colgando y apareció Iñigo Aduriz, del diario Público, para titular uno de sus artículos: “Aguirre ficha a neofranquistas para la formación del profesorado” (26.01.2010).

El motivo de tal disparate,

jueves, 7 de junio de 2012

1886, el último pronunciamiento republicano


¿Qué puede hacer un Gobierno cuando sabe que la oposición quiere levantarse en armas contra la legalidad? La Historia nos ofrece múltiples soluciones. Una de ellas fue la que tomó el gabinete liberal de Sagasta cuando supo que los republicanos preparaban dar un golpe de Estado aprovechando la muerte de Alfonso XII (25.XII.1885) y antes de que naciera el hijo que esperaba la regente María Cristina de Habsburgo, que tuvo lugar el 17 de mayo de 1886.  El gobierno dejó hacer, no por falta de coraje o medios, sino porque sabía que la mejor manera de deshacer por una buena temporada las intentonas republicanas era que los conspiradores se mostraran tal y como eran. Fue el último intento de golpe republicano del siglo XIX, y el más ridículo.

jueves, 31 de mayo de 2012

Guerra al cristiano


Este año se cumple el 150 aniversario de la Guerra de África (escribía esto en 2009) que, como no salimos derrotados, pasará completamente inadvertido para los distintos gobiernos y la sociedad española. Aquel acontecimiento que se desarrolló entre el 19 de noviembre de 1859 y 25 de marzo de 1860 fue el primer éxito de la renovada política exterior del general O’Donnell. En los años siguientes vendrían la conquista de Annam –el actual Vietnam-, la incorporación de Santo Domingo, la expedición a México y la guerra del Pacífico.

Mucho se ha discutido sobre la Guerra de África. Unos aseguran que fue un instrumento de distracción para ocultar problemas internos. Pero al Ejecutivo no le hacía falta, ya que el gobierno de O’Donnell, responsable del llamado Parlamento Largo (1858-1863), fue el ministerio más longevo, estable y próspero del reinado de Isabel II.

sábado, 26 de mayo de 2012

Nicolás Salmerón y su falsificación documental

He de confesar que fui de esos estudiantes universitarios que acudía a los congresos académicos con ilusión, henchido de la peregrina e ingenua idea de que se trataban de convenciones científicas en las que los investigadores exponían sus trabajos y descubrimientos para un debate sesudo, en aras del progreso de la ciencia. Bien. Pues en abril de 2003 acudí a un congreso sobre Nicolás Salmerón celebrado en la Universidad de Almería. Presenté un trabajo de investigación completamente novedoso, perfectamente documentado y convenientemente expuesto. Claro que aquel congreso se hacía a mayor gloria de Salmerón y del republicanismo krausista.

domingo, 13 de mayo de 2012

Viva el cantón


En la historiografía española existe cierta condescendencia, o empatía, a la hora de analizar el pensamiento y la actividad de los republicanos. Se les enjuicia partiendo de una supuesta perversidad intrínseca de sus adversarios, y aplicando a continuación el método comparativo. A esta imagen forzada se le añaden varias justificaciones, como son el romanticismo y la represión gubernamental (y preventiva incluso) a las algaradas y conspiraciones. Finalmente, le suman algunas dosis de voluntarismo, indemostrables desde cualquier punto de vista científico, que quedan a la credulidad del lector. Me refiero a la costumbre de atribuir a los republicanos, en general, el papel de portaestandartes de las clases populares y de defensores de la democracia, sin distinguir la realidad de la propaganda que ellos hacían de sí mismos.

jueves, 3 de mayo de 2012

El caballo de Pavía en las Cortes


Una de las sorpresas más chuscas de mi vida académica me la llevé cuando descubrí que aún se les contaba a los estudiantes universitarios que el general Pavía entró a caballo en las Cortes. No es asunto baladí, porque un “golpista ecuestre” da un aspecto jocoso a un golpe de Estado que, aunque ejecutado contra el cantonalismo revolucionario, ridiculiza nuestra contemporaneidad y sirve para barbarizar a unos y ensalzar a otros. Esto me mostró que la Historia que se enseña está cruzada por dimes y diretes, correveidiles sin fundamento, que derribarlos justifica el trabajo entre papeles viejos y libros que ya nadie lee. Por supuesto, el general Pavía no entró a caballo en el Palacio del Congreso en la madrugada del 3 de enero de 1874. Esta es su historia.

martes, 24 de abril de 2012

Tres republicanos, o lo que es entenderse


La República de 1873 ha sido sinónimo de caos en la historia española, salvo para los que, siempre fieles al radicalismo de izquierdas, han visto en aquel episodio una “ocasión perdida”. Lo cierto es que en 1873 el país se consumía en tres guerras: la cubana, la carlista y la cantonal. El caos provocó que el propio Salmerón, presidente de la República entre julio y septiembre, confesara en una circular luego corregida, que hasta el ánimo más viril se venía abajo contemplando la situación. Mientras el país se deshacía, el movimiento republicano se debatía en una lucha interna tan insoportable como definitoria, entre facciones y personalismos. Esta es la historia de la desavenencia entre los tres republicanos más importantes de aquel año agotador, en sus últimos días: Emilio Castelar, Francisco Pi y Margall, y Nicolás Salmerón.

sábado, 14 de abril de 2012

1810: el bando apócrifo del Alcalde de Móstoles

"La Patria está en peligro; Madrid perece víctima de la perfidia francesa. Españoles, acudid todos a salvarle. Mayo 2 de 1808. El Alcalde de Móstoles". Estas tres frases pasaron durante cien años por ser el auténtico bando que comunicaba los sucesos de Madrid al resto de España y llamaba al alzamiento. Pero la historia fue otra. Historia política y militar de la Guerra de la Independencia contra Napoleón Bonaparte, desde 1808 a 1814, escrita sobre los documentos auténticos del Gobierno. Muñoz Maldonado indicaba también que el autor había sido Juan Pérez Villamil, que en 1808 era auditor general del Consejo Supremo del Almirantazgo. Dos años después, en 1835, el Conde de Toreno ratificaba la autoría de Pérez Villamil en su Historia del levantamiento.


La historiografía oficial y académica había establecido como verdadera la versión del historiador José Muñoz Maldonado, que dio a conocer por primera vez la supuesta literalidad del bando en 1833, en su obra